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Pastoral
La comunidad educativa pastoral salesiana la cual se fundamenta en los ideales de Don Bosco que son los principios que permean toda obra salesiana. Se inicia con el oratorio entendido como un ambiente en el cual el joven pueda desarrollarse y prepararse para la vida dentro de una familia que arraiga un acompañamiento constante al joven brindándole las herramientas necesarias para cimentar su proyecto de vida desde una perspectiva evangelizadora.
La comunidad educativa pastoral salesiana es una comunidad: “porque implica, en clima de familia, a jóvenes y adultos, a padres y educadores, para que tengan una vivencia de iglesia; es educativa: porque ayuda a que maduren las posibilidades de los jóvenes en todos los aspectos: culturales, profesionales y sociales; y es pastoral; porque acompaña a los jóvenes hacia su encuentro con Cristo y en la construcción de la Iglesia y del Reino”.
La pastoral escolar
Para integrar la fe y cultura en la escuela hay que promover la programación de toda la vida del colegio desde una óptica. No basta pensar en algunos momentos de celebración o en la clase de religión. Es necesario desarrollar una verdadera pastoral escolar. Como el evangelio fecunda la vida, la pastoral se condensa todo el proyecto de la escuela, es como la flecha que indica el camino en todo momento de decisión y programación, es el contenido último de toda actividad e iniciativa. La mentalidad pastoral conduce al servicio de los demás, a la formación de la comunidad, al anuncio y a las celebraciones religiosas.
Cada escuela tendrá que organizar bien la reflexión pastoral, mediante el “grupo de animación pastoral”. Es el núcleo central de la comunidad educativa de la escuela, en el cual participa la dirección, representantes de profesores y de alumnos, y posiblemente, padres de familia. Su función es de permear a toda la comunidad educativa de la inspiración evangélica de obra; de reflexionar como cristianos sobre la realidad escolar y sus eventos, y programar, llevar a cabo las actividades pastorales llevando junto con la dirección del colegio la responsabilidad de su inspiración cristiana y salesiana. Fundamentalmente es u grupo que vigila activamente sobre la identidad de la escuela y sobre la actuación del proyecto. Es la levadura dentro de la comunidad grande.
El grupo de animación pastoral expresa también la dimensión misionera y vocacional de la obra. Es garantía de apertura hacia los pobres de la zona, de iniciativas de solidaridad, la promoción de grupos juveniles y la formación de sus animadores y del acompañamiento de los que quieren comprometerse más intensamente con la iglesia a través de la vocación religiosa y sacerdotal,“ La Escuela Salesiana” Cuadernos Educativos Pastorales N° 1. 1° Edición, 1994 Equipo Nacional de Educación Salesiana ENES
La escuela como encarnación de la fe
Se discute sobre el derecho de anunciar el evangelio en la escuela, a causa de la libertad de religión y el derecho de elección de la escuela que más le convenga a cada uno. La respuesta es que el anuncio del evangelio no se hace para el provecho de la institución eclesial o escolar, sino para el bien del alumno. El joven tiene derecho a este Bien. La educación se dirige a lo mejor que hay en la persona, mira al desarrollo de sus capacidades más fundamentales. Hay que perforar la parte exterior y superficial de la enseñanza. El objetivo es la felicidad y la enseñanza ofrece instrumentos para ser feliz toda la vida. En Jesús la felicidad hecha carne, se presentó el modelo más completo del hombre feliz; es por eso que sigue siendo el punto de referencia para toda educación.
Como los discípulos anuncian con alegría “hemos visto al Mesías”, la comunidad de cristianos en la escuela invita a todos a caminar junto con ella, a “hacer el camino del hombre Nuevo”. La educación cristina tiene como característica precisamente la de centrarse en el mundo y en la persona humana para llevarlo a su perfección. Desde la encarnación de Cristo no es posible pensar en el modelo de persona educada integralmente sin expresar la dimensión de la fe y de encuentro con Él. Desde la hora de la encarnación ya no hay “educación neutra”, porque el evangelio impregna toda la realidad, inspira todo camino de crecimiento, da fecundidad a todo camino hacia la felicidad.